Las actitudes de quienes se escandalizan por el uso de teléfonos móviles en la escuela siempre me han parecido absurdas, por decir lo menos. No pocas veces por ello se me ha tachado de permisivo y, sin embargo, mantengo mi postura ante la necesidad de integrar tal tecnología a lo que queda de eso que aún llamamos "escuela".
Hoy me topé con una reflexión que me ayuda a poner en palabras buena parte de mis argumentos al respecto. El texto aparece aquí, una reflexión del recomendable blog Antes de las Cenizas. Al final de la entrada en cuestión, se enlaza a un documento que vale la pena valorar al plantearnos la prohibición de teléfonos celulares en la escuela; aquí la liga.