miércoles, 9 de diciembre de 2009

El teléfono móvil en la escuela

Las actitudes de quienes se escandalizan por el uso de teléfonos móviles en la escuela siempre me han parecido absurdas, por decir lo menos. No pocas veces por ello se me ha tachado de permisivo y, sin embargo, mantengo mi postura ante la necesidad de integrar tal tecnología a lo que queda de eso que aún llamamos "escuela".

Hoy me topé con una reflexión que me ayuda a poner en palabras buena parte de mis argumentos al respecto. El texto aparece aquí, una reflexión del recomendable blog Antes de las Cenizas. Al final de la entrada en cuestión, se enlaza a un documento que vale la pena valorar al plantearnos la prohibición de teléfonos celulares en la escuela; aquí la liga.

viernes, 9 de octubre de 2009

H. Gardner y J. Bruner en México

En las próximas semanas dos "gurús", dos destacadas personalidades del ámbito educativo, visitarán nuestro país. Para quienes nos dedicamos a esta chamba, aquí las referencias y ligas para saber de qué se trata.

ClubEPE celebra su 2o Congreso Internacional en torno "El maestr@ del Siglo XXI", los días 27 y 28 de octubre en León, Guanajuato. El principal atractivo del evento está en la presencia de Howard Gardner para impartir una conferencia magistral. Aquí los datos para aquellos interesados (y en posibilidades de asistir).

Por invitación de la organización Nuestra Infancia y el Colegio Constructivista Descubridores, el Dr. Jerome Bruner —uno de los principales impulsores de la teoría cognitiva del aprendizaje— estará impartiendo una conferencia y participando en un seminario en la ciudad de Monterrey, Nuevo León. La conferencia será la mañana del sábado 7 de noviembre, y el seminario/mesa de discusión por la tarde del lunes 9. La información para ser partícipe de esta oportunidad poco ordinaria puede consultarse aquí.

lunes, 14 de septiembre de 2009

Reemplazo urgente

Hará cosa de un mes que me topé en la librería con una auténtica ganga: Apologías y rechazos, del argentino Ernesto Sabato. Se trata de una colección de breves textos publicados en revistas y periódicos en la década de 1970. En el 79 Sabato los reunió a petición de sus allegados. Y cuarenta años después se me aparecieron en las manos. Lo más sorprendente de todo, es la frescura y la vigencia de las palabras de su autor en ensayos como "Educación y crisis del hombre", donde escribe:
«No es pues descabellado ni utópico sostener que aun dentro de esta misma civilización en crisis pueden irse forjando los instrumentos que permitan reemplazarla por una sociedad mejor. [...] La nueva escuela debería ser un microcosmos en que el niño se preparase para una auténtica comunidad, la que supere esa antítesis en que hasta hoy nos debatimos: o un individualismo que ignora a la sociedad o un comunismo que ignora al hombre.»
Ninguno de los ensayos tiene desperdicio, pero dos resultan particularmente entrañables y oportunos en tiempos de transición como los que vivimos. Me refiero a los dos textos biográficos del volumen: "El desconocido Da Vinci" y "Pedro Henríquez Ureña". En ambos, Sabato explora las dimensiones racional y sensible del ser humano, reflexiones que vienen a dedo cuando no terminamos de comprender que somos sujetos sujetos multidimensionales, bastante más complejos de lo que creemos.

miércoles, 29 de julio de 2009

La Universidad Neoliberal

No podía llegarme este texto de la Revista Iberoamericana de Educación en momento más oportuno: "El capitalismo académico", lo titula su autor, Enrique J. Díez Gutiérrez. El tema no es nuevo y, sin duda, los puntos de vista expuestos en el artículo tampoco. Pero, como decía, me llega en inmejorable momento. Entre las afirmaciones fundamentales del autor, reproduzco una vinculada con mis divagaciones de esta semana:
Lo que se ha convertido en la tarea esencial de la enseñanza superior en la época de la globalización neoliberal, ya no es la producción de ‘seres humanos razonables’, es decir, de personas capaces de juzgar y decidir razonable y rigurosamente, sino la de asalariados intelectualmente muy cualificados. La educación humanista, por muy ilusoria que haya podido ser su pretensión a la universalidad en una sociedad de clases, se proponía como meta la emancipación intelectual y, como referencia ideal, un ser humano completo, para quien el trabajo no constituía la exclusiva ocupación de la vida. Este ideal se ha quebrado en la era neoliberal.
Aquí el texto completo.

jueves, 25 de junio de 2009

Saramago sobre la formación

Ahora que se acercan días de descanso, propicios para la reflexión, José Saramago publica oportunamente en su blog una interesante reflexión sobre la formación. Ampliamente recomendable. La primera parte del texto, publicada anoche, aparece aquí.

viernes, 15 de mayo de 2009

Los 200 días

Tras el cénit de la contingencia sanitaria en la Ciudad de México, las cosas van volviendo a la normalidad, y el pospuesto debate sobre qué hacer con los días perdidos de clases empieza a elevar su temperatura. Más allá de la presente coyuntura, me parece un momento interesante para replantearnos una vez más el sentido y la pertinencia de nuestro calendario de los 200 días de clases. 

Muchos hemos argumentado que más allá de reponer los 9 días hábiles de encierro, sería necesario optimizar esos entre 10 y 15 días hábiles que cada año se convierten en una simulación en todos los centros escolares del país. Algunos de quienes defendemos esta postura no lo hacemos por comodinos, sino porque simplemente no entendemos la necesidad de extender una farsa sólo para quedar bien con una parte de la opinión pública.

Muchos dicen —y dicen con razón— que estos momentos son para demostrar que creemos en la educación y apostemos a ella. Y estoy de acuerdo. Simplemente no entiendo que aportan 5, 1o ó 100 días a la calidad educativa, cuando el problema está en otro lado. Parece que en México seguimos aferrados a la ecuación Más días y más horas de clase = Mejor calidad en educación. No niego que el tiempo es un factor clave para una revolución educativa y, por tanto, hay que dedicar todo el que sea necesario, pero no sólo para llenar las escuelas de niños que simulen aprender mientras sus maestros simulan enseñar. Ese tiempo tiene que ser llenado con inteligencia. Y eso es lo que hace tiempo se echa de menos en la estructura de nuestro sistema educativo. 

Con el fin de explorar estas ideas, me parece un buen momento para dar un vistazo a la forma en que se organizan los calendarios y las jornadas escolares en los sistemas educativos exitosos desde la perspectiva económica (que es la que supuestamente mueve a los Estados a lo largo del mundo).

México requiere desde hace tiempo una reforma profunda en el ámbito de la educación. Así como el AH1N1 nos ha hecho pensar en las carencias en materia sanitaria e impulsa ya la necesidad de revisar nuestro sistema de salud, la epidemia es buen pretexto para repensar también nuestro aparato educativo.

miércoles, 6 de mayo de 2009

Por un nuevo alfabetismo en medios

Para aquellos que estamos interesado en el mundo de la alfabetización mediática, conocer el proyecto New Media Literacies me parece vital. Llevo meses trabajando en esta línea, y hace poco que encontré esta iniciativa, desarrollada en el MIT. Además de su página en internet, recomiendo ampliamente el blog de Henry Jenkins, uno de los principales investigadores del proyecto.


domingo, 3 de mayo de 2009

Voces

En el discurso, una inmensidad de temas nos parecen importantes, urgentes, necesarios, al momento de querer establecer una agenda para la educación. Y en los hechos, estamos tan lejos y tan desconectados de todo ello. Nos cuesta tanto trabajo armonizar eso que nuestra conciencia más profunda insiste en demandar con lo que nuestros arraigados hábitos modernos nos exigen. Y pretendemos encontrar la cuadratura del círculo, negándonos a reconocer la imperiosa necesidad de hacer algunos sacrificios si es que realmente aspiramos a una vida auténticamente mejor.

A veces las voces de los niños ayudan a reconsiderar algunos de esos temas. Aquí, un video del Green Unplugged Film Festival que hace referencia a la educación ambiental. Pueden verse una larga lista de materiales de todo tipo en el sitio de Culture Unplugged. En particular, he publicado dos de ellos en Tras Alicia, el blog donde a ratos intento explorar mi posición ante las innumerables contradicciones del mundo que habitamos.

lunes, 6 de abril de 2009

Una más de nuestras infinitas contradicciones

"Alentamos a nuestros niños a expresarse y a hacer cosas. De pronto, cuando llegan a los seis o siete años de edad, cambiamos de rumbo y les decimos que la clase de dibujo del colegio es tan extracurricular como jugar al futbol con los amigos y que no es, ni por asomo, tan importante como lengua o matemáticas, y que si quieren llegar a algo en la vida, tienen que dedicarse a leer, a escribir y a contar. Durante los veinte años y siguientes, sobrealimentamos el hemisferio izquierdo de su cerebro, dejando que el derecho se muera de hambre."

Nicholas Negroponte, Ser digital

Negroponte no es pedagogo y Ser digital no es un libro sobre educación. Pero este párrafo sintetiza con lucidez cuestiones que muchos vemos desde hace tiempo y que, con el paso del tiempo, son despreciadas por educadores aferrados a una tradición sospechosa. Para fines de mi investigación, estoy revisando una vez más el texto del fundador del MediaLab del MIT... y vuelvo a cuestionarme críticamente muchos de sus argumentos, pero no puedo dejar de reconocerle la contundencia de sentencias como esta, o la predicción certera de cuestiones que hace unos años sonaban a ciencia ficción.

sábado, 28 de marzo de 2009

Re-pensar la educación: miedos, escepticismo y revolución

Hace cinco años tuve la extraordinaria oportunidad de visitar Reggio Emilia, una municipalidad en el norte de Italia caracterizada, entre otras cosas, por un poderoso sentido de comunidad. Este sentimiento se ve claramente reforzado por su sistema de educación infantil, que sigue la filosofía del pedagogo Loris Malaguzzi. La estancia en Reggio, la oportunidad de conocer algunos de sus “nidos”, explorar su forma de trabajar y escuchar a algunos de sus teóricos e impulsores, cambió en forma definitiva mi modo de plantarme ante el hecho educativo. Desde entonces, mis históricas divagaciones pedagógicas comenzaron a encontrar nuevas salidas y, sobre todo, comencé a cuestionarme con más seriedad mis propios paradigmas educativos, esos que me configuraron y sobre los que me he venido construyendo. 

Todo esto ha vuelto a mi mente esta mañana mientras escuchaba a Peter Moss, investigador de la Universidad de Londres que impartió en México este viernes una conferencia sobre la necesidad de re–pensar la educación. Según ha relatado el mismo Peter, en 1989 —como en mi caso en 2004— visitar Reggio marcó un parteaguas en su historia como especialista en educación infantil. 

Las reflexiones compartidas por el académico inglés han dado para mucho, partiendo de un planteamiento que —de tan frecuente— parece sencillo: la necesidad de transformar la educación. Mientras avanzaba la jornada, ere evidente que cada miembro de la audiencia reforzaba las ideas con las que había llegado: unos, convencidos de la necesidad de producir cambios radicales en la educación y dispuestos a seguir produciendo pequeñas revoluciones en sus ámbitos de influencia; otros, coincidiendo con elementos del diagnóstico, pero escépticos en los planteamientos formales, aferrados a recuperar una educación “tradicional” —que a algunos nos parece cada día parece menos viable—. Quizá algunos se hayan quedado en medio: entusiasmados a ratos con las posibilidad de cambiar, pero temerosos al momento de imaginar caminos y, por tanto, incapaces de darse la oportunidad de poner a prueba algunas provocaciones.

Más allá de las doscientas personas que escuchábamos al Dr. Moss, si pienso en el universo de mujeres y hombres que hoy tenemos en nuestras manos la titánica tarea de educar —desde el sistema educativo formal—, me parece que entre los escépticos y los temerosos reuniríamos una significativa mayoría. Y así, los revolucionarios —nada nuevo, cierto— siguen siendo los menos. Pero, al mismo tiempo, son ellos los que abren el camino hacia la tierra en la que se moverán los incrédulos y los miedosos del futuro. 

Para los interesados en la propuesta de Reggio Emilia, recomiendo el sitio desarrollado por Reggio Childeren.

Peter Moss vino a México invitado por Nuestra Infancia, una organización con sede en Monterrey, parte del Colegio Constructivista Descubridores, de la capital regiomontana.

lunes, 16 de marzo de 2009

¿De qué se trata?

Un viejo debate en educación habla de si nuestra tarea es preparar a los que vienen para poder adaptarse al mundo que tenemos y responder según los sistemas que hemos venido construyendo, o si más bien nos toca darles herramientas para ser autónomos y poder transformar lo que hay; en pocas palabras, si se trata de formar reproductores o transformadores; seres esclavos o personas libres.

Como en tantas otras cosas, me queda claro que lo ideal parece ser un poco de equilibrio. Pero la realidad, los hechos, arrojan suficientes evidencias de que la balanza se inclina con fuerza de lado de la educación como preparación para insertarnos en un mundo como si fuese cosa acabada: un mundo donde la democracia pareciera haber probado ser el sistema incuestionable y el capitalismo la fórmula única; un sistema donde no es cosa más que de llegar a insertarse a un trabajo que pague bien y dedicarse a crecer hasta más no poder; una estructura donde reina el yo y donde la competencia es no sólo necesaria sino indispensable e incuestionable, donde esa competencia parece no tener implicaciones morales. 

La semana pasada pude ver ese debate a nivel micro, de cara a un par de proyectos que estamos llevando a cabo en nivel pre-escolar: la tensión entre un equipo de educadoras buscando desarrollar mentes creativas y sembrar una dosis de autonomía en los niños, y una estructura acostumbrada a promover niños que bailan y cantan al compás que les marcamos y colorean figuras que distribuimos entre ellos asignando el color que corresponde a cada elemento.

Salí de una de esas "clases abiertas" —que más que clases son espectáculos montados para el goce y la presunción de maestras, directivos y padres— en las que los niños repiten unos diálogos que se han montado por años y gritan a todo pulmón canciones ñoñas. Al final, no pude evitar decirle a algunos colegas: "¿De eso se trata nuestro trabajo? ¡El mismo numerito podemos armarlo con loros, chimpancés o leones marinos!"

viernes, 20 de febrero de 2009

Valores, diversidad, equidad (II)

En diversas direcciones y a partir de distintos pretextos o diagnósticos, la constante es la inminente necesidad de un cambio. ¿Hacia dónde? Ahí los caminos se dividen, las alternativas se diversifican. Parece innegable que la escuela que tenemos hoy, el modelo de educación con el que venimos trabajando, se ha agotado. O al menos resulta claramente insuficiente. 

Las conferencias de la Semana ORT 2009 a las que tuve oportunidad de asistir, pusieron sobre la mesa algunas reflexiones sobre distintos ámbitos en los que esta transformación debería operar. Pero, en todos los casos, es evidente que no existen las recetas mágicas. Curiosamente, los mismos maestros que cuando somos cuestionados sobre diversos temas nos negamos a ofrecer manuales para la solución de los problemas que se nos plantean, aquí parecíamos exigir esas mismas soluciones instantáneas. Y, ya por demagogia, ya por ignorancia, o ya por absoluta congruencia, los ponentes dejaron claro que no cuentan con semejantes respuestas.

Lo cierto es que cada ponencia funcionó como un oportuno detonador para reflexionar en alguna dirección y explorar posibilidades. La educación financiera, el uso de la tecnología, el impacto de una globalización carente de proyecto, el papel de la diversidad, las paradojas de la educación en valores... Si bien los asistentes no salimos necesariamente con trayectos marcados, tuvimos oportunidad de vislumbrar una que otra chispa, uno que otro hilo para comenzar a desmenuzar y tejer. 

Gordon Dryden presentó sus claves para "desbloquear" lo que llama la nueva revolución del aprendizaje, regida por los impactos y retos de la Web 2.0. Estas ideas aparecen en su más reciente libro, Unlimited. Sus planteamientos fundamentales pueden revisarse aquí. Como es de esperarse, caí y compré el dichoso libro, que ya está en mi lista de espera. Una vez que me enfrente a él, seguramente volveré aquí con algunas divagaciones al respecto.

Arturo Cherbowski y Moisés Salinas protagonizaron un interesante mano a mano, debatiendo a partir de algunos clichés o lugares comunes que solemos escuchar acerca de la llamada "educación en valores". Por momentos más identificado con uno que con otros, con ambos llegué a coincidir, aunque también con los dos identifico importantes discrepancias. Quizá lo más rico del ejercicio fue comprobar cómo el diálogo es clave en la generación de conocimiento; una herramienta fundamental cuando se trata de construir.

Entre mis anotaciones para exploraciones futuras recupero, por ejemplo, la posibilidad planteada por Cherbowski de identificar como función del docente —en el ámbito de los valores— el plantear a los estudiantes la complejidad de los sistemas morales del mundo en que vivimos, o el llamado de alerta lanzado por Salinas para reconocer que los modelos de enseñanza que utilizamos llevan implícitos ciertos valores, que no conviene pasar por alto.

Las cerezas del paste fueron sin duda las charlas de los dos premios Nobel de la Paz, Frederick W. de Klerk y Lech Walesa, ex-presidentes de Sudáfrica y Polonia, respectivamente, que jugaron en su momento papeles fundamentales para la transformación del mundo que hoy habitamos. El primero, pieza clave en la desaparición de las medidas relacionadas con el apartheid; el segundo, detonador en el proceso de derrumbamiento del bloque comunista. 

De Klerk exploró con la audiencia el tema de la diversidad, compartiendo con su extraordinario carisma la experiencia sudafricana y el papel esencial que jugó el tema educativo en el proceso —aún inconcluso en ciertos aspectos— de establecimiento de un sistema más equitativo en su patria. Por su parte, Walesa, con serenidad y contundencia, nos invitó a reflexionar sobre la falta de un contrapeso al capitalismo desenfrenado que nos rige y llamó la atención sobre las posibilidades de un mundo globalizado que aún no define su proyecto ni las estructuras sobre las que ha de moverse, dejando claro que en su perspectiva es necesario un modelo trazado sobre una base solidaria regida por un núcleo esencial de valores compartidos, en la que cada individuo es responsable de sus actos y responsable de los demás, con quienes tiene un compromiso y a quienes no puede engañar. 

En fin, tres tardes que constituyeron un pequeño oasis en el ir y venir de unos días de intenso ajetreo. Tres tardes para recuperar reflexiones que andaban un tanto abandonada, para interrogarse sobre ideas defendidas o criticadas en otros tiempos, para seguir explorando esta apasionante labor de educar.

lunes, 16 de febrero de 2009

Valores, diversidad, equidad

Estas tres palabras son los ejes en torno a los cuales giran las ponencias magistrales, conferencias y talleres que componen la Semana ORT, que arrancó esta mañana. Con tantos proyectos en el colegio, me ha sido imposible asistir a todas las actividades programadas; sin embargo, he logrado abrirme espacio para al menos un puñado de charlas. Hacia mitad de la semana me propongo compartir aquí algunas de las ideas que se han puesto sobre la mesa en estas pláticas, con algunos apuntes personales de lo que los ponentes han ido ya detonando en mí. 

miércoles, 11 de febrero de 2009

Educación en la era digital

«As a society and as parents, educators, and individuals we are neither looking ahead to the implications of our digital present nor working together toward a digital future in which the privacy and safety of our kids is assured. In the meantime, we are failing to prepare our children for what their current lifestyle already means for them, for their friends, and for the way they relate to one another and to their society.»

John Palfrey & Urs Gasser, Born Digital. Understanding The First Generation Of Digital Natives
El título del libro es más que claro. Y el párrafo que transcribo me parece una contundente muestra del llamado que plantean los autores. 

En las últimas semanas he conversado con varios colegas sobre la necesidad que tenemos los educadores de ir más aprisa, de intentar ir en cierto modo un paso adelante de los más jóvenes atreviéndonos a explorar sus herramientas, utilizar los medios que a ellos les resultan tan naturales, dejando de lado la visión apocalíptica y catastrofista que ve en toda nueva tecnología una terrible amenaza para nuestra labor. Si queremos que los que nos siguen sean capaces algún día de transformar el mundo, no podemos aferrarnos al pasado y despreciar a priori los medios de expresión y comunicación que están utilizando.

martes, 27 de enero de 2009

Educar EN la vida

“La cuestión no radica tanto en prepararse para, cuanto en prepararse en la vida que uno ya está viviendo y de la que se está ocupando. Y la vida no es sólo trabajo profesional, ni oposiciones, ni métodos para realizar el curriculum vitae (aunque haya que pasar por ahí); de la misma manera necesitamos un tipo de educación que ayude a despertar las conciencias, que recupere el gusto por la belleza, que descubra el valor de la gratitud, que experimente la eficacia existencial de lo inútil. La educación ha de guardar el principio de equilibrio, de modo que el debate no se centre en la alternativa o ciencias o humanidades, sino que busquemos el encuentro, el diálogo y la complementariedad de las distintas disciplinas, saberes y procedimientos educativos.” 

Luis Aranguren Gonzalo
Reinventar la solidaridad. Voluntariado y Educación.

Esta tarde, mientras revisaba unas notas olvidadas, me topé con esta cita. El impulso por compartirla me condujo hasta aquí: a la resurrección de un espacio casi abandonado ante mis recientes crisis pedagógicas. Así que decidí regresar a este lugar... Pero el nombre era ya obsoleto... así que decidí no sólo recuperarlo sino también rebautizarlo con un nombre más acorde a mis ocurrencias y divagaciones presentes. Aquí comenzamos de nuevo.