Las maestras y maestros de verdad saben que en las aulas hoy cuentan con un terreno invaluable para transformar a México. Para transformar el mundo. Para que sus alumnas y alumnos se transformen a sí mismos. Y eso es posible con reformas y sin reformas, con alianzas y sin alianzas, con buenos planes de estudio y malos planes de estudio. Se requiere iniciativa, pasión, voluntad.
Cierto. Hay muchas otras cosas que ayudan. Ayudan. Nada más. Sin voluntad, sin conciencia de la posibilidad transformadora de nuestra labor, ni leyes, ni alianzas, ni sindicatos, ni revoluciones harán que mejore la educación en nuestro país.
Hay tanto que hacer desde nuestras trincheras. Ojalá cada uno de nosotros lo creyera y lo asumiera como reto.
No hay comentarios:
Publicar un comentario